REVISTA DE INGENIERIA DYNA

En la primera semana de agosto, se nos daba oficialmente información de que la empresa pública Administradora de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) había establecido con la americana Virgin HYPERLOOP ONE, el protocolo para crear un Centro de Experimentación utilizando una nave propiedad de ADIF actualmente fuera de uso situada en Bobadilla (Málaga), con una superficie superior a los 19.000 m2. Este espacio permitirá las pruebas necesarias para el desarrollo de esta tecnología ferroviaria de alta velocidad extrema. Además, en esa ubicación, podrá disponer de las capacidades que ofrecen el Centro de Tecnologías Ferroviarias de ADIF y el Railway Innovation Hub (RIH) que ya cuenta con 60 empresas.

DYNA se ha hecho eco de esta tecnología revolucionaria, tanto en su sección “perspectivas” (“Ferrocarriles del futuro”, julio/agosto y septiembre/octubre de 2017), como en las Noticias de Ingeniería de su web, HYPERLOOP EN EUROPA (26.06.2018) y UN AVANZADO HYPERLOOP SE DESARROLLA EN ESPAÑA (18.07.2018). En la primera comentábamos la creación de un Centro en las cercanías de Toulouse (Francia) entre la SNCEF y la empresa HYPERLOOP TT, y en la segunda sobre los avances que una start-up de la UP de Valencia, ZELEROS, estaban haciendo en ese campo, avalado por los éxitos que el equipo universitario valenciano de su Politécnica ha venido teniendo en las competiciones que Space X organiza anualmente en California.

Sin embargo, el acuerdo de ADIF se ha concertado con HYPERLOOP ONE, competidora de la que lo ha hecho en Francia, HYPERLOOP TT. No se concretan en el comunicado los objetivos de partida que se vayan a abordar, simplemente (transcribimos literalmente) dice que “ permitirá desarrollar, probar y validar en España los componentes del proyecto de Hyperloop, diseñado para desplazamientos de hasta 1.200 kilómetros por hora para lograr con posterioridad su certificación según la regulación europea” y que “Las personas y mercancías se desplazarán mediante vehículos que se aceleran gradualmente por propulsión eléctrica dentro de tubos a baja presión. Los vehículos flotan sobre la pista con levitación magnética y se deslizan a velocidades similares a las del avión debido a la resistencia aerodinámica ultra-baja. El sistema es completamente autónomo y cerrado, eliminando impactos por errores humanos y condiciones climáticas adversas. Además, como se trata de un sistema eléctrico, no tiene emisiones de carbono directas”.

Por su parte, ZELEROS ha firmado un acuerdo con 4 empresas europeas y canadienses que también desarrollan esta tecnología, para estandarizar los sistemas y reducir ineficiencias en los proyectos, culminar a finales de 2019 la integración de sus ideas en un vehículo a probar la eficiencia a altas velocidades en una pista a escala mediana y proponer una acción colaborativa entre las empresas europeas implicadas, para la realización de ensayos con un prototipo a escala real.